Con cuatro Oscars, un Globo de oro, la Palma de oro y numerosos premios más, la película surcoreana “Parásitos” arrasó la última temporada. Con una magnífica puesta en escena, actuaciones impecables, composición, planos y secuencias cuidados fotograma por fotograma y un subtexto que conduce a la reflexión, al debate y al análisis, esta película se posiciona entre lo mejor de la última década.
La película nos muestra a dos familias completamente diferentes. Los Kim, pobres, desempleados y viviendo en un semisótano en una de las partes más pobres de Corea de Sur; y los Park, adinerados, rodeados de lujos y comodidades en su mansión, ubicada perfectamente en una colina de la ciudad, distante e indiferente a los problemas del resto de la población.
Boon Jon Hu, director de películas como Memories of murder, Snowpiercer u Okja, nos muestra mediante un montaje magistral como poco a poco los Kim logran “parasitar” a los Park, fingiendo ser otras personas para conseguir ser empleados y, sin categorizarlos como buenos o malos, nos mostrará este choque entre familias de diferentes niveles.
La película está cargada de simbolismos y tal vez más evidente pero no por eso menos significativo son las escaleras, presentes en casi todos los escenarios, nos muestra esa división entre las clases. Todo aquello relacionado a los Park, está arriba, en la cima, en el éxito; mientras lo relacionado a los Kim está en la parte más baja, en la miseria.
Otro elemento con gran significado fue la lluvia, la cual me recordó un triste Fenómeno del niño, en donde mientras cientos de familias lo perdían todo, en la ciudad donde vivo decidieron celebrar el aniversario a lo grande. Esa identificación causada con diversas situaciones por las que atraviesan los personajes, independientemente del país donde vivas, hace a la película tan relevante en esta época.
Los giros y las revelaciones son sorprendentes e inesperados, pero es el final el verdadero reflejo de esta sociedad tan dividida, con una pequeña pizca de esperanza siendo aplastada por el peso de la realidad cayendo sobre ella. Personalmente, mi película preferida del 2019 y una muestra de la gran calidad de cine que se puede hacer en estos días.
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